ALERTA JUJUY – La Iglesia jujeña vuelve a quedar en el ojo de la tormenta. En las últimas horas trascendió que el obispo de Jujuy, César Daniel Fernández, fue denunciado por una mujer debido a presunto encubrimiento de un caso de abuso sexual cometido por un sacerdote de Ciudad de Nieva y cuya investigación está siendo llevada a cabo por el Ministerio Público de la Acusación.
La denuncia fue presentada por una mujer de nacionalidad chilena, quien asegura haber sido víctima de múltiples abusos en la casa parroquial del barrio. En la causa principal, el sacerdote Bruno Atilio Luis ya está imputado y con prisión domiciliaria, acusado de abuso sexual simple agravado y abuso sexual con acceso carnal agravado en al menos cuatro hechos.
Lo que ahora complica aún más el caso es la acusación contra el obispo Fernández y un alto funcionario judicial, señalados por la denunciante como responsables de encubrir los abusos. Incluso, trascendió la versión de que habría existido un intercambio de mensajes de WhatsApp entre el obispo, el cura detenido y el funcionario judicial, en un intento de beneficiar al acusado o buscar su sobreseimiento.
La investigación está bajo fuerte hermetismo, pero el expediente original ya había avanzado con contundencia: la Fiscalía Especializada en Violencia de Género pidió la detención de Bruno Atilio Luis en abril de este año, tras testimonios, informes psicológicos y evidencias digitales. El tribunal avaló la medida con perspectiva de género, ordenó allanamientos y secuestró dispositivos digitales del cura.
Con esta nueva denuncia, la figura del obispo Fernández queda contra las cuerdas y se abre un capítulo aún más escandaloso en un caso que sacude a la Iglesia y a la Justicia jujeña.