ALERTA JUJUY – La investigación contra Matías Jurado, el presunto asesino serial de Alto Comedero, ha tomado un giro impactante. Según los investigadores, el imputado podría ser el autor de la desaparición de al menos siete personas. Este avance en la causa se logró gracias a la denuncia temprana de la desaparición de una de las víctimas, lo que permitió a los peritos construir una línea de tiempo y evidencia crucial.
En un informe reciente, se confirmó que los perfiles genéticos de dos víctimas ya identificadas, Sergio Sosa y Jorge Omar Anachuri, fueron clave. Sin embargo, los análisis de ADN han revelado la existencia de un tercer y un cuarto perfil genético, que no corresponden a los familiares de otras tres personas desaparecidas que se sometieron a las pruebas. Este hallazgo fortalece la hipótesis de que hay más víctimas.
Un modus operandi macabro y el detalle que lo delató
Los investigadores creen que Jurado seguía un plan para actuar con impunidad. Registros de cámaras de seguridad muestran a Jurado captando a sus víctimas, personas de contextura robusta, para luego llevarlas a su casa. El testimonio del sobrino de Jurado, quien le confesó a su tía que «Matías había matado a otro», también ha sido un elemento clave para la investigación.
Un error que cometió el presunto asesino fue la desaparición de Jorge Anachuri. Su familia denunció de inmediato y, gracias a su insistencia, se pudo acceder a las grabaciones de las cámaras de seguridad antes de que fueran eliminadas, lo que llevó a los investigadores a la «casa del horror».
En el lugar, los forenses encontraron restos de perros, lo que llevó a la sospecha de que Jurado también asesinaba animales. Además, el análisis con georradar detectó al menos cinco puntos de incendio provocados en los patios internos de la vivienda. De más de 200 fragmentos biológicos hallados, se logró estudiar más de cien, y los análisis de ADN siguen en curso.
A pesar de los importantes avances, el fiscal Guillermo Beller señaló que solo se ha analizado un 20% del total de las pruebas recolectadas, por lo que no descartan que surjan más víctimas a medida que la investigación avance.