Mientras el panorama energético nacional exhibe una tímida recuperación, con un levísimo ascenso del 0.03% en el consumo de combustibles durante mayo, la provincia de Jujuy traza un rumbo opuesto.
Un reciente informe de la consultora Surtidores revela una contracción del 2.48% en el volumen total de carburantes despachados en la región en comparación interanual. Este declive posiciona a la provincia entre las jurisdicciones que enfrentan un retroceso significativo en el sector.
La provincia vio su volumen de despacho descender de 17.448 metros cúbicos en mayo del año anterior a 17.015 metros cúbicos en el presente ejercicio. Esta disminución se inserta en un escenario nacional de estancamiento, donde únicamente la comercialización de naftas de alto octanaje y gasoil de calidad superior logró mantener el pulso, impulsada por segmentos específicos como el transporte de larga distancia y el turismo de mayor capacidad adquisitiva.
Repercusiones Regionales en un Mercado Diversificado
El estudio subraya que la merma en Jujuy, aunque notable, no es un fenómeno aislado y se presenta de forma más atenuada si se compara con descensos más pronunciados en otras provincias, como Tucumán (-15.75%) o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (-11.18%). No obstante, esta merma en el volumen transaccionado puede vincularse a una amalgama de factores locales, incluyendo una menor vitalidad económica, una contracción del gasto doméstico y un reajuste en las finanzas familiares. La disminución del 12.47% en la venta de gasoil de grado 2 a nivel nacional, vital para el agro y el transporte, probablemente repercute en la dinámica económica jujeña, especialmente en sus áreas rurales y logísticas.
Desafíos para la economía regional jujeña
Jujuy, con su reducción del 2.48%, se sitúa en la mitad inferior de la tabla a nivel país, reflejando un contexto económico regional que aún opera con limitaciones. El imperativo para los próximos meses será revertir esta tendencia, en medio de una coyuntura nacional marcada por la incertidumbre económica y la persistente moderación del consumo.