ALERTA JUJUY – Lo que se veía venir finalmente ocurrió. Marcos Rojo, el ex capitán de Boca, explotó de bronca y abandonó el entrenamiento en el predio tras ser apartado por decisión de Miguel Ángel Russo y el Consejo de Fútbol. Al llegar, Rojo, Marcelo Saracchi y Cristian Lema descubrieron que ya no podían usar el vestuario principal y debían cambiarse en otro sector.
El episodio se produjo en el arranque de la jornada, cuando el cuerpo técnico pidió que permanecieran en el gimnasio los futbolistas que habían participado del último partido. Rojo manifestó su disconformidad con la medida y decidió retirarse del predio sin entrenar. La situación generó malestar interno, dado el peso específico del defensor en el plantel.
El defensor viene marginado desde antes del Mundial de Clubes, cuando perdió su lugar en la consideración del cuerpo técnico. No fue citado en las primeras fechas del Clausura y, en los últimos días, le habían indicado que no realizaría los dobles turnos. Su contrato vence en diciembre y, por ahora, no hay acuerdo de rescisión ni ofertas concretas para una salida anticipada. La decisión del club de apartarlo refuerza un escenario de tensión que el plantel y el cuerpo técnico deberán administrar en el corto plazo.