En el marco de su 70° aniversario, Disneyland se prepara para «revivir» a su creador de una manera sorprendente. Este jueves 17 de julio se presentará el primer audio-animatronic hiperrealista de Walt Disney, una figura robótica que promete ser la más avanzada hasta la fecha. Será la estrella de la nueva atracción “Walt Disney – A Magical Life”, ubicada en la histórica Main Street Opera House del parque en California.
La figura es una verdadera proeza de la ingeniería, desarrollada en secreto durante más de siete años por el equipo de Walt Disney Imagineering. Para lograr un realismo sin precedentes, se utilizó una nueva piel sintética que imita las texturas faciales, se logró por primera vez que la figura se ponga de pie de forma fluida y se recrearon sus gestos y el particular brillo de sus ojos. Además, el animatronic habla con la voz auténtica de Walt, recuperada de grabaciones originales cuidadosamente restauradas.
Dentro de la atracción, los visitantes son transportados a una réplica del estudio de Walt en Burbank. Allí, la figura animatrónica cobra protagonismo, primero en una actitud contemplativa, para luego levantarse de su asiento y compartir con el público un mensaje construido a partir de sus discursos históricos. Es el momento cúlmine de una experiencia diseñada para fusionar la nostalgia con la tecnología de vanguardia.
La propuesta se completa con una exhibición que funciona como un pequeño museo. Se exponen por primera vez piezas inéditas cedidas por el Walt Disney Family Museum, incluyendo premios como su Emmy y la Medalla Presidencial de la Libertad, junto a una recreación de su departamento privado que tenía dentro del parque. La galería también repasa la evolución de los audio-animatronics, desde las primeras aves del Tiki Room hasta esta sofisticada creación.
Este ambicioso homenaje no solo busca recordar al hombre que transformó el entretenimiento familiar, sino reafirmar su filosofía de innovación constante. Al combinar historia, emoción y la más alta tecnología, Disneyland rinde tributo a su fundador demostrando que, tal como él creía, el parque nunca estará terminado mientras quede imaginación en el mundo.