ALERTA JUJUY – La muerte de Ozzy Osbourne, ícono del heavy metal y eterno líder de Black Sabbath, sacudió al mundo de la música. Pero su legado también dejó huella en el mundo gamer, aunque por un breve y peculiar período. A los 76 años, el “Príncipe de las Tinieblas” falleció semanas después del último concierto de la banda en Birmingham, donde actuó desde un trono debido al avance del Parkinson.

En su extensa carrera, Osbourne también tuvo un inesperado paso por los videojuegos, dejando una marca indeleble en Guitar Hero: World Tour y el juego de culto Brütal Legend. En el primero, no solo prestó su imagen para un personaje jugable, sino que incluso participó de sesiones de captura de movimiento, enfundado en un traje con sensores para dar vida digital a su performance. “Tuve que bailar como si estuviera en el escenario”, contó en su momento entre risas. Su avatar podía interpretar canciones como Crazy Train y Mr. Crowley, pero también cualquier tema del repertorio del juego, provocando recuerdos imborrables para los fans.

En Brütal Legend, Osbourne apareció como el excéntrico “Guardián del Metal”, un personaje no jugable pero cargado de carisma y guiños a su carrera. En esa aventura épica de Double Fine, compartió elenco con otros gigantes del metal como Lemmy Kilmister, Rob Halford y Lita Ford, en un verdadero homenaje jugable al género que ayudó a fundar.
Aunque breve, su incursión gamer fue un reflejo de su capacidad para reinventarse y conectar con nuevas generaciones. A la par de los riffs y las sombras, Ozzy también encontró su lugar entre joysticks, guitarras de plástico y epopeyas digitales. Un ídolo inmortal, incluso en el pixel.