Argentina continúa en la senda de la desaceleración inflacionaria. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio marcó un 1.6%, una cifra que sorprendió al mercado al ubicarse por debajo de lo pronosticado. Este dato, apenas por encima del 1.5% de mayo, consolida un primer semestre con una inflación acumulada del 15.1% y un impresionante 39.4% en los últimos doce meses, según el INDEC.
La clave de este logro radica en una significativa ralentización de la inflación núcleo, que excluye precios regulados y estacionales, registrando un 1.7% en junio (frente al 2.2% de mayo). El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró el dato en redes sociales, destacando que es «la más baja desde mayo de 2020», y si se excluyen los meses de pandemia, «el menor registro desde enero de 2018». Además, los bienes registraron una variación del 0.8%, la menor desde enero de 2017, y el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas subió solo 0.6%.
Desafíos y Perspectivas Futuras
A pesar del optimismo oficial, con una proyección del Gobierno de un IPC del 22.7% para fin de año (cinco puntos menos que el mercado), persisten desafíos. La división de mayor aumento en junio fue Educación (3.7%) por subas en cuotas, seguida por Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (3.4%) debido a alquileres y expensas. En contraste, Prendas de vestir y calzado tuvo la menor variación con 0.5%.
El dólar se ha mantenido estable, aunque la desaceleración de la inflación se vio menos impulsada por factores estacionales en junio. El Gobierno insiste en que el equilibrio fiscal es la clave de la estabilización, un punto central en el plan económico de Milei. El presidente ha sido enfático, incluso amenazando con vetar y judicializar proyectos de ley aprobados por la oposición en el Congreso que, según el oficialismo, buscan aumentar el gasto y poner en riesgo el superávit fiscal.
Sin embargo, el escenario económico no está exento de complejidades. Analistas señalan que la falta de acumulación de reservas durante el pico de la cosecha gruesa y un posible incumplimiento de las metas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) generaron ruido en el mercado. El FMI aún no ha aprobado la primera revisión del Programa de Facilidades Extendidas. Además, críticas de la oposición sobre el «dólar barato» y la salida de más de 5.000 millones de dólares en divisas durante el primer trimestre del año suman presión al panorama.